miércoles, 8 de junio de 2011

SISTEMAS TOTALITARIOS


El término totalitarianismo tomo popularidad en la década de los cincuenta cuando Hannah Arendt lo usó para referirse al fenómeno político que entonces ocurría en ciertos países. En efecto, se le llama totalitario a todo régimen político en el que la vida cotidiana de sus ciudadanos es totalmente controlada por la autoridad única y exclusiva de un partido político. Es la forma más drástica de control estatal, y va mucho mas allá de los mecanismos de control implementados por dictaduras, gobiernos militares, y gobiernos autoritarios.

Los factores que caracterizan a un Régimen Totalitario son los siguientes:

1. La existencia de una ideología oficial que es vista como incontrovertible.

2. Un solo partido político dirige a la nación.

3. Este partido político cuenta con la membresía del 15% de la población civil.

4. La estructura gubernamental es establecida por el partido.

5. La existencia de un grupo armado o policía secreta leal a los intereses del partido.

6. Medios de comunicación altamente restringidos cuyo propósito principal es indoctrinar a la población civil.

7. Estado tiene el monopolio sobre el poder de coerción.

8. La economía nacional es controlada y dirigida por el partido.

Teniendo en cuenta estos puntos clave, es posible identificar dos ejemplos claros de lo que constituye un régimen totalitario: Alemania durante el reino del Nazismo, Y la Unión Soviética durante el reino Estalinista. En ambos casos, un solo partido político dominó imponiendo su ideología política y excluyendo cualquier otra. Tanto Alemania Nazi como la Unión Soviética Estalinista contaban con una maquinaria política gigante conformada por simpatizantes de todo tipo, desde ciudadanos comunes a miembros de la policía secreta y miembros de la comunidad científica. La ideología oficial era impartida por todos los medios, y la población crecía para ser indoctrinada. La lealtad al partido se mantenía por medio de la coerción ejercida por la policía secreta: la Gestapo en Alemania y la KGB en la Unión Soviética. Finalmente, ambas ideologías mantenían un control total sobre la organización social y económica del país. Los Nazis impusieron el concepto del corporativismo, el cual consistía en la división vertical del orden social, de tal manera que en vez de existir clases sociales, existían tipos sociales: agricultores con agricultores, empresarios con empresarios, y así sucesivamente. Igualmente, los Bolcheviques abolieron las clases sociales e intentaron imponer un orden social homogéneo.

Basado en estos dos ejemplos, resulta claro que el fenómeno del totalitarianismo se puede dar bajo gobiernos de ideología de izquierda tanto como de derecha. En adición, aunque la adopción de un modelo totalitario es el resultado de un cambio revolucionario, este no es necesariamente impuesto como resultado de una revolución. El caso de Alemania, en el que los Nazis llegaron al poder por medios democráticos, demuestra claramente esta aserción.

Además de estos dos casos ejemplares, el totalitarianismo se ha manifestado también en otros casos, tales como el régimen de Mussolini en Italia, el cual era descrito por el mismo Mussolini como Totalitario, el régimen de Saddam Hussein en Irak, el régimen de Mao en China y el régimen de Kim Il-Sung en Corea del Norte.

Juan Linz Totalitarian and Authoritarian Regimes; Lynne Rienner Publishers; (Septiembre 2000)


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